Las mujeres con problemas de alcoholemia tardan una media de 9,6 años en pedir ayuda, según los datos que maneja el servicio de drogodependencias de Cruz Roja de Córdoba, dirigido por el doctor Bartolomé Cañuelo Higuera, que señala como principal causa de esa tardanza el estigma social que soporta la mujer adicta a este tipo de droga y el hecho de que las alcohólicas, a diferencia de los alcohólicos, suelen beber en casa, a escondidas, por lo que la adicción es menos visible. “Incluso cuando el problema está claro para la familia, lo habitual es convertirlo en tabú y decir que la persona alcohólica, que muchas veces pierde el trabajo o permanece de baja durante mucho tiempo, padece cualquier otra enfermedad”, afirma Cañuelo. Aunque no existe un perfil socioeconómico definido de las mujeres que caen en esta adicción, que se da en edades comprendidas entre los 15 y los 70 años, destaca el aumento progresivo del número de universitarias atendidas por Cruz Roja.
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