Divertirse santamente. Esa es la divisa del festival “Cross Sound”, cita musical que se celebra en Vajta, Hungría, a 150 kms de Budapest.
Grupos como “Superhero” de Glasgow, o los noruegos “Jesus Loves Electro” le ponen ritmo a la pista, en un nuevo concepto de festival en el que el pop y el rock comulgan con la espiritualidad cristiana.
Durante el primer fin de semana de agosto, entre 800 y 1000 jóvenes bailan y escuchan música, pero también rezan y acuden a misa. Los organizadores han optado por una fiesta sin alcohol, pero el año que viene tal vez se animen a vender cerveza.
“Es un festival para diferentes confesiones cristianas, explica Bálint Németh, uno de los organizadores de este encuentro. Es importante que por primera vez estén aquí reunidas. Y algunas tienen problemas para aceptar el consumo de alcohol.”
Además de los conciertos, el festival propone talleres de danza, charlas y ejercicios espirituales.
“Los festivales de todo el mundo suelen dar pie a todo tipo de excesos. Los organizadores de “Cross Sound” creen que es posible tener buen rollo sin alcohol.”
Un reportaje de Attila Magyar.
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